Enfrían bien los aires acondicionados sin tubo?

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Descripción

Una tecnología que aspira el aire caliente de la estancia y lo pasa a través de filtros húmedos. ¿Enfrían bien los aires acondicionados sin tubo?
Probablemente alguna vez hayas oído hablar del aire acondicionado portátil sin tubo. Y aunque este aparato no es un verdadero aire acondicionado, es un climatizador que refresca las habitaciones aportando humedad, se pueden mover y son baratos. En realidad esta tecnología es un climatizador evaporativo, que no usa gases refrigerantes. Su principal diferencia con los aires acondicionados que todos conocemos, es que no tiene un tubo de evacuación del calor extraído de la habitación hacia la calle. El funcionamiento de este aparato se basa en un ventilador que aspira el aire caliente de la estancia y lo pasa a través de filtros húmedos. El agua que se evapora consigue enfriar y humedecer el aire, que luego vuelve a la habitación más fresco. Incluso en algunos casos, se pueden poner cubitos de hielo en el agua para que la sensación de frío sea mayor. Aunque el tubo de salida no es necesario, se recomienda dejar la ventana o la puerta abierta para que no aumente la condensación en el interior. No obstante, en zonas húmedas no resultan de gran utilidad porque aporta más humedad al ambiente, lo que aumenta la sensación de calor e incomodidad. En esas áreas geográficas, siempre será más recomendable usar un aire acondicionado portátil convencional para refrigerar estancias o bien instalar un aparato de aire acondicionado fijo. Las ventajas que ofrecen los climatizadores son: Poco consumo eléctrico: al no utilizar un compresor, su gasto de energía es menor que el del aire acondicionado. Su consumo eléctrico es similar al de un ventilador. Precio bajo: entre 40 y 140 euros, dependiendo de la potencia que queramos. Algunos modelos más avanzados pueden superar esas cifras. Transportable: es fácilmente transportable, pudiendo ubicarlo en cualquier parte. Sin embargo, es recomendable situarlo en estancias donde se mueva el aire, ya que toma el aire ambiente y lo enfría. No hace falta una gran instalación: no es necesario contactar con un instalador autorizado ni solicitar permisos de la comunidad de propietarios. Aunque, como se trata de un ventilador con agua, sus prestaciones son limitadas y presenta algunos inconvenientes: Su capacidad de enfriamiento es mucho menor que la de cualquier aire acondicionado portátil. Hay que rellenarlo de agua y cubitos cada cierto tiempo. Hay que poner cuidado en mantener limpio el depósito de agua para que no se formen bacterias. No enfrían estancias muy amplias. Si la zona es muy húmeda, no son recomendables ya que humedecen todavía más el ambiente.